Los perros, con su entusiasmo y cariño incondicional, pueden llenar nuestras vidas de alegría. Sin embargo, a veces esa emoción desbordante se manifiesta de manera no deseada, como cuando tu peludo amigo decide saltar sobre ti o sobre las personas que te rodean. Si has estado buscando una solución para este comportamiento, ¡has llegado al lugar adecuado!
Entrenar a un perro para que no salte sobre las personas requiere paciencia, consistencia y refuerzo positivo. Aquí tienes una guía en 10 pasos para lograrlo:
Elige una palabra o frase corta, como "abajo" o "no saltar", para usar como orden cuando quieras que tu perro no salte sobre alguien.
Cuando tu perro intente saltar sobre ti u otras personas, evita darle atención o contacto físico. Cruzar los brazos y girar lejos de él puede ser útil. No grites ni uses castigos físicos, ya que esto puede confundir al perro y empeorar la situación.
Enseña a tu perro a sentarse cuando le des la orden. Utiliza refuerzos positivos como premios o caricias cuando obedezca. Esta orden será fundamental para reemplazar el comportamiento de saltar.
Comienza a practicar en casa con personas que tu perro conozca bien. Pídeles que ignoren al perro si intenta saltar y, en cambio, le den la orden de sentarse. Recompensa al perro cuando se siente en lugar de saltar.
Una vez que tu perro esté respondiendo bien con personas conocidas, pasa a practicar con desconocidos en un entorno controlado. Puedes hacer esto en un parque o en un lugar donde haya otras personas dispuestas a ayudar.
Durante la fase de entrenamiento, puedes usar una correa para tener un mejor control sobre el perro cuando haya gente alrededor. También puedes utilizar una barrera física (como una valla o una puerta) para evitar que el perro se acerque a las personas hasta que aprenda el comportamiento adecuado.
El entrenamiento debe ser consistente y constante. Elogia y recompensa a tu perro cada vez que muestre el comportamiento deseado de no saltar sobre las personas.
Recuerda que el entrenamiento lleva tiempo y que cada perro aprende a su propio ritmo. Sé paciente y utiliza siempre el refuerzo positivo para fomentar el comportamiento adecuado.
Para que el entrenamiento sea efectivo, es importante que todas las personas que interactúen con tu perro sigan las mismas reglas. No permitas excepciones, incluso si el perro está emocionado o feliz.
El entrenamiento debe ser una actividad continua. Practica regularmente con tu perro para reforzar el comportamiento deseado y asegurarte de que se mantenga en el tiempo.
Cuando tu perro no quiere obedecer, evita castigos y en su lugar, utiliza refuerzos positivos como premios y elogios para motivarlo a seguir tus órdenes. Mantén la calma, sé paciente y continúa practicando de forma consistente para fortalecer la relación de confianza y fomentar la obediencia en el tiempo.
Recuerdo el día en que mi perro, Max, tiró a mi vecina, Lisa. Fue una experiencia agridulce que me dejó sintiendo una mezcla de vergüenza y preocupación.
Era una soleada tarde de domingo cuando Lisa vino a visitarnos. Estábamos charlando animadamente en el jardín cuando, de repente, Max, emocionado por la presencia de una nueva persona, se lanzó hacia ella sin previo aviso. Mis intentos de detenerlo fueron en vano, y antes de que pudiera reaccionar, Lisa estaba en el suelo.
Me apresuré a disculparme y a asegurarme de que Lisa no se hubiera lastimado seriamente. Por suerte, solo había sufrido algunos rasguños leves, pero la situación me hizo darme cuenta de la importancia de entrenar adecuadamente a mi perro y ser más consciente de su comportamiento en presencia de otras personas.
Joaquín Higareda.